jueves, 9 de septiembre de 2010

Integración regional de la Orinoquia

Integración regional de la Orinoquia
Leonel Perez Bareño,septiembre 16 de 1999

En los últimos años la Orinoquia colombiana ha avanzado sustancialmente en su proceso de integración y de reconocimiento de su riqueza cultural, étnica, económica y política. Así se demostrará en este papel.

Los ejercicios de planificación regional, departamental y local han puesto de presente las realidades económicas, sociales, culturales, ambientales y políticas existentes en la región, sus debilidades y potencialidades.

Un grupo inicial de líderes políticos y de técnicos que poco a poco ha ido extendiéndose en los departamentos de la región ha ayudado a configurar un discurso sobre la Orinoquia que deberá perfeccionarse para promover y garantizar la defensa de los intereses de sus habitantes.

A partir de la Constitución de 1991, cuatro entidades territoriales que tenían la categoría de Comisarías y dos que tenían rango de intendencias fueron ascendidas a departamentos, lo que permite esperar el aparecimiento de grupos locales orientadores de procesos socializantes en sus respectivas comunidades. Se requieren grupos que no estén aislados ni se encuentran desvinculados del fenómeno de organización de las economías locales, identificadas por la emergencia de empresas productoras y comercializadoras de los productos agrícolas y pecuarios, de formas de asociación campesina y gremial que tienen como fin la defensa de intereses específicos.

En los últimos años se ha avanzado en la construcción de la infraestructura vial, terrestre y aérea, energética y el apoyo al mejoramiento de los servicios públicos en casi todos los municipios. La capacitación y complemento de la formación de los funcionarios de las administraciones departamentales ha sido un esfuerzo que lentamente, va mostrando resultados en la Orinoquia. La región a esta altura de su recorrido histórico reciente no es la misma de hace unos decenios.

Ante el nivel nacional se ha avanzado en capacidad de negociación. Los funcionarios regionales, departamentales y locales han ganado terreno en el universo de las relaciones institucionales. Esto les ha permitido actuar con mayor prontitud y efectividad, determinados por el peso político, económico e intelectual específico de la región dentro del contexto nacional.

Falta ganar mucho espacio en la negociación, es cierto, y esta tarea se logrará siempre y cuando se continúe la acción realizada hasta ahora. La Orinoquia no puede permitir perder el ámbito de concertación que ha logrado construir difícilmente en estos años, so pena de quedarse atrás frente a la capacidad de incidencia en las decisiones estatales que han logrado otras zonas geográficas del país.


1. Plan Regional

Entre 1974 y 1990, el Departamento Administrativo de Intendencias y Comisarías,

DAINCO, pugnó por identificar los problemas de la región. A partir de 1991, el Consejo Regional de Planificación Económico y Social, Corpes Orinoquia, dio un salto analítico con el proceso de formulación del plan regional para el periodo de 1994-2003, primero, y luego el plan regional denominado “El momento de la Orinoquia”, 1998-2002, el cual significó la integración de esfuerzos regionales, departamentales y municipales.

Durante el último decenio los consultores de la región, acompañados por funcionarios y asesores de los departamentos, se han dado a la tarea de integrar múltiple información y de establecer mediciones económicas, sociales, urbanísticas y fiscales de la Orinoquia. Así se ha precisado, el peso específico de la región en el contexto nacional. Un millón doscientos mil habitantes generan en el espacio geográfico de 380.000 km cuadrados, cerca del 25% del PIB, incluido allí el 22% del petróleo orinoquense.

También se ha enriquecido la información sobre potencialidades, como la de ser frontera internacional, contar con bienes de flora y fauna y cuenca hidrográfica internacional, entre otras. Por supuesto, el análisis demuestra que si no se asume el reto de explorar estas ventajas, ellas quedarán siempre en la sola condición de potencialidad.


Estrategias: Organismos de intermediación regional.

Consecuente con lo anterior y amparados por el artículo 306 de la Constitución Nacional de 1991, los planes regionales insisten en la estrategia central de “conformación de la Región Administrativa y de Planificación”, RAP, que no es otro hecho sino el reconocimiento de la importancia vital que tiene trabajar por el fortalecimiento de la institucionalidad en la región. El Artículo 306 de Constitución Nacional dice: “Dos o más departamentos podrán asociarse para constituir una Región Administrativa y de Planificación, RAP”. El Congreso de la República aún no resuelve lo relativo a la reglamentación de dicho artículo. Tal figura constitucional pretende un avance cualitativo en la tarea de fortalecer la descentralización y la autonomía regional. Mediante ella se podrían conformar cinco a seis grandes regiones en el país con capacidad de fusionar, crear, modificar o reorientar instituciones, replantear formas de participación popular, reorganizar sistemas impositivos y adecuar currículums educativos, entre otras transformaciones.

El tránsito hacia Región Administrativa y de Planificación Orinoquia, RAP, es parte decisiva de la consolidación de la Orinoquia como región, sin dejar de analizar la probabilidad de incluir nuevas de las actuales entidades territoriales que apoyen la capacidad de acción del bloque orinoquense.

La constitución del Instituto Orinoquense de Ciencia, Tecnología y Formación Avanzada, -Inocte-, la Comisión Regional de Ciencia y Tecnología, y las Universidades Nacional, en Arauca, Universidad del Trópico en Casanare y la expansión de la Universidad de los Llanos desde Villavicencio, son expresión del avance en materia de educación superior. Se trata ahora de integrar esfuerzos para que en el mediano plazo se pueda disminuir la brecha existente frente a otras regiones del país, en estos terrenos.

Apoyo a la integración del mercado interno regional

Es evidente que la consolidación de un bloque orinoquense en el que sus voceros actúen en forma conjunta en sus respectivas negociaciones beneficiando a la Orinoquia, es una meta definitiva.

En ese sentido los hallazgos petroleros permiten una redistribución de los beneficios hacia otros sectores de la economía regional del sector primario (agricultura, actividad pecuaria) y hacia otras ramas del sector secundario (agroindustria) mediante el mecanismo de las regalías y compensaciones.

Se hace necesario fortalecer la capacidad de organización gremial de los sectores de la producción regional, para mejorar su capacidad de negociación ante el comercio sub-regional e internacional.


Conformación de una inteligencia regional

En consonancia con los planes nacionales de desarrollo, la región Orinoquia reconoce que las ventajas comparativas deben ser creadas y ello quiere decir actuar seriamente en el camino de la calificación de su gente. La conformación de un capital social en la región será la mejor garantía de capacidad de transformación y de acción en el espectro de actividades existentes en el interior de la región o hacia su exterior. Se propende así por una acción interinstitucional de las diferentes entidades de educación superior, públicas o privadas, con presencia en la región (SENA, ESAP, universidades, instituciones tecnológicas).

El mejoramiento de la condiciones de vida de los sectores de población vulnerable exige la construcción de acueductos y alcantarillados, pero también la racionalización en la prestación de los servicios de salud, para disminuir costos y mejorar la atención.

La enorme diversidad étnica regional es una ventaja comparativa de la Orinoquia que debe aprovecharse al máximo por parte de las entidades de intermediación y por las especializadas en asuntos culturales y sociales.

La identidad regional deber ser capaz de expresar el aprecio por la geografía, tradiciones y costumbres diversas de los nativos y los recién llegados. El fortalecimiento de esta identidad debe constituir un propósito en la agenda de los próximos años.


Cumplimiento y compensación de las funciones nacionales en la Orinoquia.

Para los orinoquenses debe ser cada vez más claro que desde esta región del país se cumplen unas tareas de importancia nacional y que ello obliga a una mejor atención por parte del nivel central del Estado y un reconocimiento a través de mejores asignaciones de recursos en los planes de inversión.

Estas tareas o funciones nacionales de la Orinoquia son: Frontera internacional; medio ambiente y recursos naturales; recursos energéticos; gran espacio geográfico para la producción agrícola, forestal y pecuaria; crecimiento poblacional relevante; cultura.

Una labor de la futura RAP Orinoquia será la de promover con gran fuerza estas condiciones excepcionales y de gran valor para el país, especialmente en esta época de competencia mundial y de aprovechamiento de ventajas comparativas.

2. Planes Departamentales

A esta fecha los siete departamentos de la región cuentan con sus respectivos planes territoriales que involucran novedades en sus diagnósticos y en las perspectivas de desarrollo aprobadas. Ha sido un enorme esfuerzo, apoyado con los recursos obtenidos por las regalías provenientes del petróleo.


3. Representación política

La emergencia de seis nuevos departamentos en 1991, además del Meta que fue ascendido a esta categoría en 1960, ha contribuido a resaltar la presencia regional ante el nivel nacional. Gracias a la Constitución de 1991, se pasó de 4 a 15 Representantes a la Cámara y de 0 a 2 Senadores en 2006.

Si en el poder legislativo se produjo un cambio favorable, la elección popular de gobernadores y asambleas, alcaldes y concejos ha ayudado a la conformación paulatina de líderes y grupos dirigentes nuevos en la región que comprenden el reto del destino común necesario para la Orinoquia. Se han desatado nuevas fuerzas y nuevos procesos socioeconómicos al unísono con los procesos políticos o de dirección territorial departamental y local.

Cada vez es mayor la demanda de calificación de los servidores públicos, no sólo por los procesos administrativos regionales sino por el fortalecimiento de los organismos de control de Estado que exigen el cumplimiento estricto de requisitos en términos administrativos.


4. Sentido de unidad regional

Cada uno de los departamentos ha constatado, por su propia experiencia, los enormes limitaciones que tiene negociar sólo en las instancias nacionales para atender la solución de sus problemas. La experiencia del Corpes Orinoquia ha contribuido al esclarecimiento de la importancia de unificar esfuerzos y articular áreas locales alrededor del destino común de unidad política orinoquense.

Sobre estas lecciones es preciso repensar la nueva perspectiva de la Orinoquia para los próximos decenios, sin olvidar la atmósfera de integración colombo-venezolana y el reconocimiento que se ha logrado al identificarla como “región energética” y como generadora de un “alto producto bruto ambiental”.

Estos factores acarrean consolidar grupos de intelectuales y políticos interesados en la región. Es hora de que los orinoquenses, apoyados en esta tradición, profundicen el conocimiento y alcancen la madurez necesaria para manejar, adecuadamente, sus bienes y riquezas y potencialidades geopolíticas que están despiertas desde ya.


5. Inteligencia regional

No obstante las grandes limitaciones generadas por las deficiencias acumuladas desde hace varios decenios en las condiciones de vida, integración vial y de mercados, la estrategia clara para los dirigente regionales, es la conducente a generar ventajas comparativas.

Es por ello que un fuerte componente debe ser la formación en educación superior y la promoción de la investigación natural y social de la región. Cuadros calificados son “capital social acumulado” con gran beneficio para los intereses de la región, en tanto que ayudan a esclarecer el discurso y las proyecciones orinoquenses ante otras regiones del país o de la subregión andina.


En el camino hacia la búsqueda de un mejor estar de la Orinoquia, los departamentos y ciudadanos del piedemonte han aportado a través de las regalías petroleras de manera decisiva para el progreso de los departamentos de sabana o con influencia geográfica amazónica, en proceso de colonización. Tal vez esta situación haga dudar a los aportantes de los beneficios obtenidos en el inmediato presente por el proceso de integración.


Las perspectivas, en un proceso de globalización de la economía capitalista internacional con la preocupación creciente por los recursos naturales (especies, principios activos, capa de ozono, contaminación ambiental, recursos hídricos), y por la conservación de ciertas condiciones ambientales, hacen que estas características se vuelvan favorables para el futuro inmediato, empezando por la conformación de un bloque político con capacidad creciente para actuar en las instancias de decisión nacional.

Debe reconocerse que la construcción de estos proyectos políticos no se logra sólo con la buena voluntad de las partes, sino con el trabajo mancomunado y constante en procesos de mediano plazo. Este será el esfuerzo que habrá de continuar la RAP Orinoquia.


6. La relación con Venezuela

Tradicionalmente, Colombia ha centrado su atención con Venezuela en dos frentes: a) El comercio proveniente de Antioquia y los Santanderes, a través de Cúcuta, además de intercambios vía Maicao y Paraguachón, en la Guajira colombiana y b) Los problemas de orden público, en especial los relacionados con guerrilla, narcotráfico y robo de vehículos.


Hoy es pertinente llamar la atención sobre el flanco Apure-Arauca-Vichada, el cual viene acumulando importancia como consecuencia de los efectos positivos de la bonanza petrolera de Arauca y Casanare. Gracias a esta se culminó la carretera Troncal del Llano que tiende a unir a Bogotá con Caracas, pasando por el piedemonte llanero y eludiendo la vía tradicional por el Táchira, los Santanderes y Boyacá. La primera reduce de 34 a 20 horas su tránsito carreteable, además que lo desarrolla por un terreno plano.

Es necesario mejorar sustancialmente las vías Villavicencio-Puerto Carreño en Colombia y Guasdualito-San Fernando en Venezuela, la primera pavimentada sólo en un 25% y la segunda descuidada en su tercio inicial y angosta en su segundo tercio. Se requiere la construcción del puente sobre el río Meta antes de su desembocadura en el río Orinoco en Puerto Páez para unir a Puerto Carreño con San Fernando, separadas por sólo 207 km que se hallan en muy buen estado de pavimentación.


Estas tres obras –dos carreteras y un puente- generarían efectos benéficos como los siguientes: Unir San Fernando a la economía del Vichada (y viceversa); fortalecer la relación Meta-Vichada-Apure-Arauca; e intensificar el comercio y las experiencias en los ámbitos científicos y culturales de todo el Llano colombo-venezolano.


De otra parte, en lo relativo al desarrollo institucional debe indicarse que el Corpes Orinoquia de Colombia, en el periodo 1995-1998, realizó un gigantesco esfuerzo por fortalecer el proceso integracionista entre los dos países y las dos fronteras. Algunas de sus gestiones se resume en puntos como estos: la publicación de 48 libros sobre el tema de la región llanera, cinco de ellos relativos a la integración con Venezuela , la realización de numerosos eventos internacionales, entre ellos cinco visitas a los dos países y el contacto de organizaciones privadas y oficiales en Caracas, Bogotá y las principales ciudades del Llano colombo-venezolano. Estos eventos contribuyeron a profundizar la relación binacional en el área llanera. Es recomendable continuar con igual o superior ímpetu el proceso integracionista en marcha.


Bogotá, septiembre 16 de 1999





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